Mtra. María Elena García
¿Qué es la separación matrimonial?
La separación matrimonial es el momento en que los cónyuges dejan de mantener el vínculo que tenían, basado en una decisión de estar juntos toda su vida, de haber expresado que han encontrado sentido a su vida, precisamente por ese encuentro del uno con el otro.
Ese vínculo se puede ir desdibujando de manera progresiva hasta llegar al punto en que dejen de estar juntos.
La separación matrimonial no siempre define una separación para toda la vida, incluso existen reencuentros que llevan al matrimonio a ser muy superior al que había sido; dependiendo de lo que se haya sufrido.
El origen de la separación matrimonial
El origen de la separación matrimonial considera múltiples aspectos que van teniendo su base en dos tipos de contratos existentes en la pareja: el contrato implícito y el contrato explícito.
La mirada que tiene cada cónyuge sobre el significado del matrimonio será lo que aporte a lo largo del mismo sumándose a esta mirada: la etapa personal biológica, psicológica, social y espiritual en la que se empiece a dar la desconexión entre ellos por críticas, evasiones, lucha de poder y desprecios (Gottman 1999).
Si ya conformaron una familia y de ahí la etapa del ciclo de vida en la que se encuentre la misma; las condiciones económicas, políticas y globales del lugar donde vivan y la forma en que llegan a separarse físicamente; ya que la parte emocional persistirá si no se tiene una adecuada atención.
Los hijos en sus diferentes etapas de desarrollo requerirán de la cobertura de sus necesidades desde las básicas, pasando por las de seguridad y protección, las sociales, las de autoestima y las de realización (Maslow 1970), tratando de no alienar a los hijos.
Las consecuencias
Las consecuencias de una separación matrimonial pueden ir de moderadas a graves y de transitorias a permanentes; por lo que la reconstrucción de cada uno es esencial mediante el amor propio y la autocompasión (Fisher y Alberti 2016), ya que de por medio hay sentimientos y acciones específicas y entre más pronto se reciba atención familiológica, más pronto se sentirán bien ambas partes.
Reconstruirse y sentirse bien y sentir paz se experimentará recibiendo lo antes analizado; sin embargo el mayor de los desafíos de esta reconstrucción es la resiliencia; la cual al pasar por revisar los sistemas de creencias que se tuvieron, sus procesos de organización y sus patrones de comunicación (Walsh 2016), capitalizarán todo ese sufrimiento a favor de ellos mismos y por lo tanto de sus seres queridos.
Con todo lo anterior, cada individuo podrá encontrar sentido a su vida, ese sentido que si bien se pudo haber llegado a perder, hoy se recobra de una manera contundente, hoy se encuentra ese propósito para poder vivir (Frankl 2020).