Casi con toda seguridad podríamos decir que todos hemos pasado por ansiedad o alguna situación que nos haya causado tristeza, y que incluso nos haya hecho difícil por un tiempo el iniciar nuestros días.
También es certero decir que al pensar en un examen para el que no estudiamos, o al estar ante la persona que ocupa nuestros pensamientos hemos tenido una serie de síntomas físicos y psicológicos que ceden fácilmente cuando el disparador no está.
¿Pero, ante qué estamos cuando esa tristeza está presente todo el tiempo?
Lo que antes se disfrutaba se deja de disfrutar, nos impide dormir o nos hace dormir de más, nos quita el hambre o nos avienta a atracones, y las cosas más sencillas como arreglar la cama se hacen maratónicas?
¿Qué ocurre cuando la ansiedad no tiene un disparador claro?
Cuando la ansiedad está siempre presente, y al individuo le cuesta funcionar en familia, la escuela, el trabajo, o con amigos porque siente que algo malo está ocurriendo o va a ocurrir; en esas situaciones nos enfrentamos a experiencias desagradables que hacen el vivir cada día un logro. 600 millones de personas en el mundo sufren de lo anterior, depresión y ansiedad como trastornos, y aproximadamente la cuarta parte de la población mundial padecerá uno de estos en su vida.
A pesar de los avances tecnológicos del siglo XXI, apenas estamos vislumbrando la causa de estos padecimientos. Es muy sabido que puede existir una predisposición genética que sin embargo no es decisiva ya que el ambiente también influye. Hábitos dietéticos, sueño, y actividad física fungen como factores protectores. El estrés crónico juega un papel muy importante en el inicio y establecimiento de cualquiera de estos dos trastornos a través de mecanismos fisiológicos conocidos; por ello la importancia de manejar el estrés de manera adecuada.
Nosotros como profesionistas de la salud mental tenemos el deber de entender estos padecimientos; para poder dar el mejor acompañamiento, centrado en la persona, y dar una esperanza cuando el individuo ha perdido toda.
Así como identificar los recursos que él y el ambiente tienen para readaptarlo a su funcionalidad.
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