Solo la Gracia sana la Voluntad.

Solo la Gracia sana la Voluntad
Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Email
Imprimir

Empezamos el día dos del Seminario Antropología Cristiana, impartido por el Padre Ignacio Andereggen, hablando del discernimiento y la importancia que hay en que el psicólogo sepa discernir y tenga un proceso de discernimiento propio.

En sentido estricto, el discernimiento es la capacidad de hacer una distinción del influjo de los ángeles buenos y los ángeles malos, teniendo en cuenta que la acción de estos sobre el hombre no  reemplaza la actividad propia del hombre que tiene como base la inteligencia y la voluntad; puesto que en la inteligencia y la voluntad del hombre solo puede influir directamente Dios y que si se reduce la acción del ser humana no al influjo de los ángeles, no estaríamos respetando la libertad humana y la diversidad de las personas.

Sin embargo es importante  tener en cuenta el discernimiento, visto desde esta definición, porque donde los ángeles tanto buenos como malos si pueden influir, es en las facultades sensitivas del ser humano, por ejemplo, tiene la capacidad de reproducir imágenes y trabajar en las pasiones.

Todo lo anterior, evidencia un error de la psicología, y es el reducir todo a estructuras basadas sobre esquemas que se consideran estables, porque solo trabajan en lo físico y ponen al margen o anulan el alma humana. Solo cuando la mente humana esta iluminada por el conocimiento de Dios, participa de la capacidad de llegar a lo profundo; por tanto reducir la psicología a solo una ciencia es dañino para la persona. 

Ahora bien es necesaria entonces la experiencia del psicólogo cristiano en el proceso de discernimiento, es decir que el pueda, como lo mencionábamos anteriormente,  tener un proceso de discernimiento personal – el demonio no favorece la vida personal, favorece los esquemas – puesto que  en la profundidad de la vida humana, la experiencia adquiere otro significado.

El pecado original

Todo lo que el hombre hace esta afectado por el pecado original, en una verdadera psicología católica, hay que entender el pecado original  para poder entonces entender la cultura contemporánea.

Por tanto es necesario considerar el fundamento de la historia real de la humanidad desde el pecado original, que afecta afectivamente  a la naturaleza común del ser humano, y de la cual el ser humano no puede salir por si solo,  puesto que  no puede reconstruirse a si mismo y por que es superado por la naturaleza común.

Es importante tener en cuenta que el pecado original no es natural en el  ser humano ni constitutivo del mismo, cuando esto no queda claro, por un lado se le quita la realidad al pecado original y por otro lado transforma su naturaleza.

Sanar la voluntad

La voluntad necesita ser sanada por que en la realidad humana, esta más deteriorada que la inteligencia a causa del pecado original y del pecado personal

Para sanar la voluntad solo basta la gracia de Dios, puesto que la gracia incurre en el pecado personal. La voluntad que pierde la gracia, después de haberla tenido es más débil que la voluntad que  ha nacido sin la gracia, por lo tanto el pecado personal es más grave, porque es hecho como un acto humano que depende del conocimiento  y de la voluntad personal.

Coloquio criterios y técnicas psicológicas

En el segundo momento de trabajo del día, después de la celebración eucaristica, inicio el Coloquio: criterios y técnicas psicológicas donde la Dra. Bertha Alicia Alcocer,  presento, tres métodos de la psicología para trabajar con parejas, sin antes repasar con el auditorio el concepto de salud y terminando su exposición con la presentación de los fundamentos del magisterio de la Iglesia.

Información adicional


Maestría en
Ciencias de la Familia

Sigue leyendo

Solicita informes