Analfabetismo afectivo

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Ingredientes de la actual incapacidad para amar

Por Óscar Perdiz Figueroa

Analfabetismo (del griego an-alfábetos) es la incapacidad para leer y escribir; en sentido amplio significa carecer de los conocimientos básicos sobre un tema. Eso exactamente sucede hoy con el amor. 

¿Ha muerto Eros? La sociedad capitalista tiende a convertir todo, incluido el amor, en consumo, rendimiento, capacidad y técnica. Aunado al narcisismo y la soledad con que se educa, se  ha llevado al amor, al menos, a la agonía

Las relaciones en la actualidad son para muchos, sinónimo de disfrute y sexo. Por ello -sostiene Byung-Chul Han (Le desir 2015)- se han reducido al mínimo. Éstas son las causas de síntomas como fragilidad afectiva, violencia, miedo a amar. ¿El resultado? la depresión, que es un sentido de inadaptación al mundo.

¿Cuáles son los ingredientes de este analfabetismo?

I.  Hipocondría amorosa. La mayoría tiene miedo a amar por la racionalización que se ha hecho de él y porque las relaciones están basadas en el cálculo y mercadeo. La comparación e imitación permanente de modelos o prácticas, igualiza a las personas y se queda muy por debajo de la auténtica experiencia erótica. El resultado es la preocupación y estrés, o su parienta, la depresión y el sinsentido o inadaptación ante el mundo. Chul Han, lo llama l’infer del identique(el infierno de lo idéntico), pues reduce el amor a técnica y resultados y consumo.

Qué hacer: aprender a concebir y tratar a las personas, no como simples cuerpos, sino como personas. Más que cuerpo, las personas son carne, misterio; no algo sino Alguien, absolutamente irrepetible.

II. Prepotencia e impotencia. La sociedad disciplinaria de las décadas pasadas, era consciente del deber y del no poderlo todo. Hoy se convence a los jóvenes -en una sociedad del disfrute y de derechos- de que todo lo pueden, pero se rinden ante la primera dificultad o crisis. Se cree que se puede disponer del otro como de una mercancía, sin embargo, esto es imposible. 

 El otro será siempre un totalmente otro, indisponible, por su conciencia y libertad interior. Cuando se quiere usar al otro sólo se experimenta frustración. La verdadera impotencia es la incapacidad para mantener una promesa.

Qué hacer: ser consciente que amar es donarse, promoverse recíprocamente. Y que el amor pide durabilidad y ésta es posible, convirtiendo al otro, en el propio proyecto de vida.

III. Infravivir, quedarse en lo zoológico. La educación sexual en la actualidad, las canciones, las historias de amor, etc., reducen la vida a lo biológico. Tomar como criterio de vida solamente lo cómodo y placentero, es quedarse en una vida biológica, desprovista de audacia, de exceso y locura, limitándose al cuerpo.

      No basta con la “vida mercancía” o biológica, hay que luchar por una vida buena y enriquecida. Ésta se da biográficamente, entablando una relación con proyecto, formando la libertad. La vida es biográfica, más que biológica. Quedarse en la cáscara de la vida trae como resultado el fracaso en las relaciones.

Qué hacer. Es necesaria una alianza de amistad, de verdadero encuentro. Éste es una experiencia radical de la existencia del otro, de su radical alteridad, capacidad de aniquilar-se en el descubrimiento del otro. Amor es una relación con el otro. situado más allá del rendimiento y la capacidad.

IV. PornovisiónPorneiaes una palabra griega que designa la prostitución. La pornovisión consiste en percibir el cuerpo del otro como un objeto de uso. La pornografía, lejos de ser un exceso, es falta de sexo. El amor abre a la persona al otro, la pornografia lo encierra en sí. Hoy existe el riesgo de convertir el sexo en porno -incluso en las parejas- profanando la naturaleza. El sexo tiene algo de divino.

       Hoy se juega con algo sagrado como un niño que manipula una pistola. Es en palabras de Byun-Chul, una desritualización del amor, un vaciamiento de la liturgia del cuerpo. Pretender una adolescencia perenne, equivale a estar preparando la sociedad más débil de la historia.

Qué hacer. Formar en la voluntad para afrontar el asedio. Solo el esfuerzo da resultados. No me imagino a los grandes genios, trasformando el mundo desde una hamaca.

V. Anestesia voluntaria. Vivir sumergidos en internet y en las pantallas, es vivir el mundo desde un orificio. Internet contribuye a hacer del consumidor un ser deseante y aspirante. La imaginación prospectiva de internet, lejos de ser holística es acumulación de atributos y extravío. El internet favorece una imaginación exacerbada, crea falsas expectativas, propone modelos retocados, inalcanzables y también falsos y en el fondo, infelices. Convence a la larga a las personas de no ser más que copias o réplicas de otros. 

Qué hacer. Formar la inteligencia y tener ideas propias. Dejar de estar apantallado, bajar al mundo real, para encontrarse con el otro sin los muros de la tecnología. Deseoso de experiencias extremas y diferentes, soñando objetos y otras formas de vida imaginaria y virtual.Las civilizaciones caen por la corrupción de costumbres (Roma pasó a la historia por su gloria y podredumbre). En ello el amor es crucial porque es lo que da sentido a la vida y también es el camino para manipular a las masas. De la concepción que se tenga del amor, dependerá el rescate de la civilización o su última estocada. Se trata de una crisis antropológica: urge comprender qué es el amor y comprenderse como personas; formarse y ejercitarse en él. Vivir la realidad, lo contrario es dejarse manipular.

Maestría en
Ciencias de la Familia

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