La importancia de la familia en la plenitud del ser

la importancia de la familia
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Un grupo de familias sanas crean una comunidad sana y ésta a su vez, se pretende contagie a otros grupos y comunidades humanas, a fin de que nuestra sociedad, el país y el mundo sean cada vez mejores.

El progreso real de un país, no es el económico; hay países con mucho auge en productividad y derrama monetaria, que tienen sociedades tóxicas y sus habitantes, contaminados por muchos males mentales y sociales.

El verdadero éxito está en el desarrollo a plenitud que se logre de sus pequeños núcleos comunitarios; con esto quiero decir, que es muy importante y urgente, hacer una profunda revisión y reestructuración de la manera en que la educación se imparte, principalmente al seno de las familias y posteriormente en las escuelas, las comunidades eclesiales y la sociedad.

La importancia de la educación en el desarrollo pleno del ser

La educación debe dar especial importancia al desarrollo pleno del Ser; la introyección de valores morales y trascendentales por convicción y el ejercicio de una vida llena de plenitud a partir de la conciencia y la gratitud al captar la obra de Dios.

Hemos dado prioridad hasta el día de hoy, al acceso a la información y tal vez a la apropiación de los contenidos académicos y con ello, creemos que estamos dando educación a las nuevas generaciones. No es así.

Es más importante fomentar el desarrollo de la inteligencia espiritual en nuestros hijos y en nosotros mismos (pues es posible que no la hayamos desarrollado en su tiempo). La transformación se gesta en el núcleo mismo de la sociedad, es decir, en las familias, que debemos actuar como agentes de cambio.

Si comenzamos a tomar conciencia y a proponernos giros hacia la búsqueda de esta nueva sociedad, la tendremos muy pronto como una realidad (aunque los cambios sean paulatinos y lentos)

La modificación de las premisas de valor es una de las primeras cosas que debe cambiar.  Si a un padre de familia se le pregunta que cuál es la imagen de su hijo triunfador, frecuentemente contesta <<que tenga un buen empleo, donde gane buen dinero, que tenga una casa, un carro…. etc.>> Esta respuesta deja traslucir un valor monetario, material y económico, como principal factor para el éxito, situación por demás equivocada.

La búsqueda del sentido

En la Grecia antigua, los filósofos tenían diversas teoría y métodos para el desarrollo pleno del ser humano, sin embargo, coincidían en una declaración El fin último del ser humano es SER FELIZ y la felicidad no se encuentra en lo material, aunque intereses ajenos a las familias nos invadan de publicidad diciendo que si tienes eres feliz.

En nuestros tiempos, hemos encontrado que la única tarea que nos deja tranquilos y satisfechos es la búsqueda de sentido, como lo dice la Logoterapia, legado de Viktor Frankl, quien nos obsequió una línea de terapia espiritual.

Cuando se acompaña al hijo en la búsqueda de su identidad y de su sentido de vida, los padres, principales educadores, debemos pensar en lo que tiene significado y sentido en el hijo. perfilarlo hacia la definición clara de su vocación y hacia allá dirigir sus esfuerzos. Esa es una de las maneras en que los veremos exitosos y triunfadores en la vida. 

Tomemos conciencia que un ser humano pleno, no provoca ni hace conflictos con los demás, se dedica a VIVIR y a dejar Ser a sus congéneres, contribuyendo si es posible en la solidaridad y la ayuda mutua, en otras palabras, orientados al Bien Común.

El sueño de muchos padres de familia, es ver a los hijos realizados a plenitud y muchas veces no sabemos el cómo, es por ello, que nos dejamos llevar por los “cantos de sirena” de la publicidad y pensamos en bienes materiales, cuando la mejor orientación que podemos darles con la sabiduría que nos da la experiencia, es orientarlos hacia la búsqueda de la felicidad verdadera que está en la Plenitud del Ser.

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