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¿Cómo forjar un buen matrimonio?

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¿Cómo forjar un buen matrimonio?

Dra. Guadalupe Muñoz

Lo más grande que puede ocurrirle a una persona es ser feliz. Desde que nacemos buscamos la libertad y la felicidad. La libertad hace que no dependamos de nadie y de esta forma evitar que nos puedan causar daño y la felicidad significa la satisfacción plena de nuestro ser, de nuestras necesidades, de nuestras elecciones y anhelos.

Los seres humanos tenemos ideas muy pobres sobre la felicidad, por esta razón nos conformamos con migajas del banquete de la vida. Para alcanzar la felicidad es necesario conocer el camino que conduce a ella. Muchas personas, por tener conceptos erróneos sobre la felicidad, eligen caminos equivocados y se pasan la vida esperando la felicidad que nunca llegará. No podemos postergar la libertad, debemos ser felices todos los días, disfrutando de los bienes que la vida nos ofrece.

Respecto al matrimonio, se han escrito miles de libros y artículos sobre cómo deben comportarse los esposos para ser felices. Y forjar un buen matrimonio.

A continuación, te presento algunas recomendaciones sobre la dinámica matrimonial y la manera de ir forjando una relación adecuada.

1.       Elogia a tu pareja y sé cariñoso, las parejas más felices son aquellas que afirman su afecto de forma regular: se ayudan, se apoyan mutuamente, e incurren en comportamientos como tomarse de la mano. Y como dato curioso, son los hombres los que más necesitan esta afirmación afectiva, pues las mujeres, generalmente, la obtienen de otras personas que no son sus maridos.

2.       Deja de hablar de la casa, el trabajo y los problemas de pareja, otra de las características de las parejas felices es que “hablan con frecuencia sobre asuntos que no tienen nada que ver con la relación”. Una buena herramienta para fortalecer a la pareja es reservar como mínimo 10 minutos al día para hablar sobre otras cosas que no sean el trabajo, la familia, el cuidado de la casa y la relación en sí. Este pequeño cambio “infunde nueva vida a las relaciones”.

3.       Trata de fijarte en lo bueno, “cuanto más dura un matrimonio, más fácil es darse cuenta de lo que no nos gusta de nuestra pareja”. La mejor herramienta para evitar juzgar a tu compañero más de la cuenta es tratar de ver si lo positivo supera a lo negativo: en vez de fijarte en todo lo que no te gusta, pensar en las cosas que sí te gustan. Y por lo general, son superiores, pues normalmente no estás con alguien “porque sí”.

4.       Busca las “emociones blandas”, dato interesante: Cuando discutimos con nuestra pareja salen a la luz dos tipos de emociones: las “duras”, como la ira o la delación, que son más visibles, y las “blandas”, como la ansiedad o la vergüenza, más difíciles de detectar. Según la historiadora Stephanie Coontz, autora de Historia del matrimonio (Gedisa, 2008), detrás de una emoción “dura” siempre hay una emoción “blanda”, que por lo general está en la base del conflicto. Si queremos solucionar con éxito nuestros problemas debemos centrarnos en las emociones “blandas”, un consejo que sirve para todo tipo de relaciones, no sólo las de pareja.

5.       Trabajar en su espiritualidad. Espiritualidad hecha de miles de gestos reales y concretos. Una espiritualidad del vínculo habitado por el amor divino.

Maestría en
Ciencias de la Familia

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