Mtra. María Angélica Aguirre
¿Cómo descubrir la vocación de mis hijos? Cuando un hijo llega al seno de una familia, la alegría inunda el ambiente y el regocijo nos hace pensar en su futuro. Las expectativas son altas; todos queremos que sea exitoso y feliz; aunque muchas veces al modo de sus padres y abuelos, quienes opinan qué será lo mejor para él o ella.
Al evocar esa felicidad y plenitud, nos reflejamos y queremos ver en los hijos lo que no hemos podido realizar o lo que sentimos es correcto para ellos, aunque la mayoría de las veces no es así. Hay tradiciones profesionales familiares que queremos perpetuar y de ese modo, tal pareciera que nacemos marcados para un futuro que nosotros no podremos elegir.
Afortunadamente, cada vez hay más familias que se preparan y entienden la necesidad imperiosa de respetar la individualidad de los pequeños. Las personas somos únicos e irrepetibles y por ello, aunque tengamos afinidad genética, pensamos y sentimos diferente a nuestros padres.
La felicidad del hijo en primer plano
En cuanto el bebé va desarrollándose, comienza a dar pequeñas señales de lo que más le agrada hacer; lo que disfruta plenamente y los padres presentes y preocupados realmente por un auténtico desarrollo de su hijo hacia la felicidad, sabrán interpretar este sentir, donde se manifiesta lo que en poco tiempo será su vocación.
Es necesario que cuidemos no interferir con lo que será el futuro del pequeño; al darnos cuenta de sus gustos, no forzar y proyectar los nuestros, sino verdaderamente acompañarlo en la búsqueda de lo que lo hará feliz.
Hay que pensar que su estudio y preparación profesional perfilará lo que será su ocupación futura; ahí donde pasará por lo menos una tercera parte de su tiempo diario y por tanto gran parte de su vida.
De la elección correcta de su vocación, dependerá en gran medida la salud emocional de la persona, por lo que sus padres deben poner especial atención en el acompañamiento de esta toma de decisión.
¿Es correcto dejar a los hijos escoger su carrera?
El único que puede decir qué prefiere para su vida futura, es la propia persona y si hubiera duda, lo mejor es que viva en momentos la profesión que más cree que puede ser la mejor para él o ella. Que entreviste personas que se desempeñan en el área que considera más afín y busque la tutoría de un profesionista en el área posible, para fungir como su ayudante o por lo menos como observador.
El vivir la experiencia nos dará algo más de certeza en la definición de su vocación, aunque será bueno aclarar que nunca tendremos la seguridad absoluta.
En la actualidad se presenta un fenómeno especial al existir un gran abanico de oportunidades profesionales; cada una es una fracción de las áreas del conocimiento, esto ha crecido tanto y se ha especializado concretamente en una porción de esa ciencia, que hay que investigar exhaustivamente, acudir a varias universidades y conocer las ofertas que presentan, identificando el área de preferencia: ciencias exactas, humanidades, médico-biológicas, informática, tecnología, etc., incluso la combinación de algunas de ellas, como es el caso de las ingenierías que diseñan prótesis o aparatos electrónicos, donde se combina la medicina con la electrónica.
El respeto a su decisión y acompañamiento son fundamentales para el futuro realmente próspero y feliz del hijo o la hija.